Según el código penal “Callejeros” es culpable de: incendio doloso ("El que causare será reprimido con reclusión o prisión de 8 a 20 años si el hecho fuere causa de la muerte de alguna persona”) y culposo ("El que por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas causare un incendio u otros estragos. Si el hecho u omisión culpable causare la muerte de alguna persona, el máximo de la pena será de cinco años.".A “Callejeros” principalmente lo culpan de incentivar.” Tomar una actitud pasiva como incentivo es algo equivocado. Yo incentivo cuando incito a alguien a hacer algo, si ese alguien ya tenía la costumbre de hacer algo. No censurar esa acción no es lo mismo que incentivar.

Si el público de rock prendía bengalas hace siete u ocho años, no pueden decir que el que no censuró esa costumbre hace tres o cuatro sea el responsable incentivar dicha costumbre. El fenómeno de las bengalas no era exclusivo de “Callejeros”, ni nació con “Callejeros”.
Alguien desinformado podría pensar que las bengalas en el rock comenzaron porque algún músico sugirió su uso, pero no fue así, en realidad fue algo parecido a una herencia del fútbol al rock. Este modo “festivo” comenzó por cuenta del público, porque a algunos se les ocurrió y otros lo imitaron. Por eso alguien no enterado por completo del tema, ve diferente esto a lo que en realidad es, hay que admitir que cada uno tiene un punto de vista pero también que hay que admitir que uno no puede opinar sin saber.
Alguien desinformado podría pensar que las bengalas en el rock comenzaron porque algún músico sugirió su uso, pero no fue así, en realidad fue algo parecido a una herencia del fútbol al rock. Este modo “festivo” comenzó por cuenta del público, porque a algunos se les ocurrió y otros lo imitaron. Por eso alguien no enterado por completo del tema, ve diferente esto a lo que en realidad es, hay que admitir que cada uno tiene un punto de vista pero también que hay que admitir que uno no puede opinar sin saber.
Apenas cayó la noticia del incendio en Cromañón , muchos dijeron: “¡qué irresponsable el que prendió la bengala!”.
Pero no se pusieron a pensar que difícil es matar a 194 personas con una bengala. El factor principal es el lugar, que tiene paneles de un material que desprende un derivado del cianuro conocido como “ácido cianhídrico” y con un candado en una de las salidas. Yo creo que los que siguen sosteniendo que todo se debió a una bengala, son los que se quedaron con el pensamiento estancado, los que no les importa fijarse en los detalles, los que no tienen ganas de reflexionar: la opinión pública que ve la realidad pero a su vez ve lo incoherente sin pensar en lo razonable.
Pero no se pusieron a pensar que difícil es matar a 194 personas con una bengala. El factor principal es el lugar, que tiene paneles de un material que desprende un derivado del cianuro conocido como “ácido cianhídrico” y con un candado en una de las salidas. Yo creo que los que siguen sosteniendo que todo se debió a una bengala, son los que se quedaron con el pensamiento estancado, los que no les importa fijarse en los detalles, los que no tienen ganas de reflexionar: la opinión pública que ve la realidad pero a su vez ve lo incoherente sin pensar en lo razonable.
Sí, la opinión pública que le echa la culpa al conjunto “Callejeros” por una bengala que estaba en la mano de otro, y que no se da cuenta de que si el lugar no hubiese sido una trampa mortal, nada hubiera pasado.
Si se dice que la banda es líder, y que la gente que lo va a ver, hacen todo lo que la banda les dice no hubiese pasado la tragedia.
Me hace acordar cuando expulsan a un jugador porque revoleó la camiseta y dicen que esa conducta “incentiva” a la violencia. Pero, no es que los que van a la cancha son violentos, sino que se transforman en violentos porque un jugador del equipo contrario festeja un gol.
Si el dueño del lugar no tiene responsabilidad por las condiciones del lugar, condiciones mortales que él mismo produjo, entonces ¿quién la tiene?
Si el lugar funcionaba sin habilitación y sin ser inspeccionado y la culpa la tienen los organismos de control también.
Si se dice que la banda es líder, y que la gente que lo va a ver, hacen todo lo que la banda les dice no hubiese pasado la tragedia.
Me hace acordar cuando expulsan a un jugador porque revoleó la camiseta y dicen que esa conducta “incentiva” a la violencia. Pero, no es que los que van a la cancha son violentos, sino que se transforman en violentos porque un jugador del equipo contrario festeja un gol.
Si el dueño del lugar no tiene responsabilidad por las condiciones del lugar, condiciones mortales que él mismo produjo, entonces ¿quién la tiene?
Si el lugar funcionaba sin habilitación y sin ser inspeccionado y la culpa la tienen los organismos de control también.
Chabán mismo reconoció en una entrevista que Cromañón “nunca debería haber estado habilitado.” Se pueden pasar la vida culpando a una bengala, pero la bengala no mata como el cianuro.
Podrán decir que Cromañón ya se había quemado dos veces, y que eso lo sabía “Callejeros”, pero desde ese punto de vista, no habría que ir más a Unicenter , porque también se quemó dos veces. Por fortuna, las dos veces que se quemó Cromañón, se pudo evacuar sin problemas, lo que podía ser un antecedente de que el lugar no era peligroso. La cuestión pasa porque le pasó a “Callejeros”, y se hace una imagen de que ellos son los responsables de esta costumbre del rock. Personalmente estuve en Obras , Excursionistas y otros lugares más viendo al grupo “Callejeros” y puedo desmentir con seguridad sobre el disgusto de las bengalas en sus recitales. Recuerdo perfectamente que en todos los recitales el cantante pedía: “Chicos por favor, paren un poco con las bengalas…” o “che, por favor no tiren bengalas que se puede ni respirar acá” (sin contar que el propio cantante tiene asma y siempre desaprobó el uso de las mismas) mientras más censura, más provocación decía él, al ver que no le hacían caso.
Podrán decir que Cromañón ya se había quemado dos veces, y que eso lo sabía “Callejeros”, pero desde ese punto de vista, no habría que ir más a Unicenter , porque también se quemó dos veces. Por fortuna, las dos veces que se quemó Cromañón, se pudo evacuar sin problemas, lo que podía ser un antecedente de que el lugar no era peligroso. La cuestión pasa porque le pasó a “Callejeros”, y se hace una imagen de que ellos son los responsables de esta costumbre del rock. Personalmente estuve en Obras , Excursionistas y otros lugares más viendo al grupo “Callejeros” y puedo desmentir con seguridad sobre el disgusto de las bengalas en sus recitales. Recuerdo perfectamente que en todos los recitales el cantante pedía: “Chicos por favor, paren un poco con las bengalas…” o “che, por favor no tiren bengalas que se puede ni respirar acá” (sin contar que el propio cantante tiene asma y siempre desaprobó el uso de las mismas) mientras más censura, más provocación decía él, al ver que no le hacían caso.
No voy a dejar de pensar que el “incentivo” es un engaño, es querer buscar responsabilidad. Se habla del dolor de los familiares, de que si tocan de nuevo “no respetan mi dolor”. Pero acaso “Callejeros” no siente dolor. Claro, se le pone medida al dolor. “Uno no puede saber lo que es perder un hijo” Pero los integrantes de “Callejeros” perdieron familiares, perdieron amigos, perdieron a su gente, a su público. Hay que ser muy injusto para ponerle medida al dolor, para creer que una madre no cuenta, que un amigo no cuenta, que la gente de ahí abajo del escenario no cuenta, y que lo único que cuentan son los hijos... O será que “a mi me duele más”, entonces el dolor del otro no cuenta al lado del mío. Algunos familiares van de la realidad propia, de su sufrimiento, hasta llegar a meterse en un mundo que solo importa ellos es individual, o sea pensar que solo importa uno mismo.
Podrán decirse muchas cosas, pero no se puede ignorar que la diferencia entre la vida y la muerte fue el lugar. “Callejeros” son sobrevivientes de Cromañón y me imagino que nunca hubiesen llevado a sus familiares, amigos, publico y a ellos mismos a un recital donde se puede llegar a encontrar la muerte
"Si no tocara música estaría muerto."
"SI LA VIDA Y LA POLÍTICA LO ACEPTAN, VOLVERÉ A BRILLAR CON VOS."